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sábado, 27 de noviembre de 2010

La Invitación


No me interesa saber cómo te ganas la vida.
Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.
No me interesa tu edad.
Quiero saber si te arriesgarías a parecer como un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto, o si te has marchitado y cerrado por el miedo a más dolor.
Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, el mío o el tuyo, sin intentar esconderlo, desvanecerlo o remediarlo.
Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con locura y permitir que el éxtasis te llene hasta la punta de los dedos de las manos y los pies sin que tu prudencia nos advierta que seamos cuidadosos, que seamos realistas, o que recordemos las limitaciones como seres humanos.
No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto.
Quiero saber si puedes decepcionar a otros para serte fiel a ti mismo, si puedes soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel, y por lo tanto digno de confianza.
Quiero saber si puedes ver la belleza, aún cuando no sea bella todos los días, y si puedes nutrir tu vida de su presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo o el mío, y no obstante pararte a la orilla del lago y gritarle a la luna “¡Sí!”
No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperación, cansado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario por los niños.
No me interesa saber a quién conoces o cómo llegaste hasta aquí.
Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo sin rehuir.
No me interesa dónde ni qué ni con quién has estudiado.
Quiero saber qué es lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo, y si verdaderamente aprecias la compañía que tienes en los momentos vacíos.
Oriah Mountain Dreamer

jueves, 25 de noviembre de 2010

Día de Acción de Gracias.

Hoy tengo otro nueva oportunidad para agradecer, para hacerlo diferente.



Gracias Señor por este nuevo día, gracias por mi vida a través de mis padres, por mi papá y mi mamá, por mi esposo, mis maravillosos hijos, por toda mi familia la que está y la que no, por mis amigos, por mis compañeros de camino y también por mis llamados enemigos.
Gracias por todo y por cada cosa que tengo y por lo que no tengo porque seguramente es lo más conveniente para mí.
Gracias por cada una de las personas que confían en mí y yo en ellas.
Gracias por este amado planeta y por cada cosa que habita en el para su equilibrio perfecto
Gracias por todas mis alegrías y por cada una de mis tristezas.
Gracias por todos los que están y por los que ya se han ido.
Gracias por cada uno de mis logros avalados siempre por ti mi Dios.
Gracias por todo lo que está por venir.
Gracias por cada parte de mi sagrado cuerpo que en perfección y en manera absoluta me sostiene, me muestra su amor por mí y que es capaz de enfermarse para demostrarme que algo no está bien en mi alma y recordarme que no estoy amándome.
Gracias por mi prosperidad y la de quienes me rodean.
Gracias por todos mis deseos hechos realidad, y lo que deseo para mí lo deseo para todas las personas. Gracias por cada uno de mis errores que de ellos siempre aprendo.
Gracias por todos los milagros de mi vida.
 Gracias por todas las personas que has puesto en mi camino para ayudarme y mostrarme la única senda para ser feliz.
Gracias a mis grandes maestros y aún más a todos esos desconocidos que colorean mi vida diariamente de diferentes matices.
Agradezcamos por cada persona, situación u oportunidad que se nos presente y ahora amigo, amiga estoy segura que tu también tienes mucho que agradecer y tomo esta oportunidad para desearte un feliz día de Acción de Gracia, con el alma rebosante de amor, te envío un abrazo de corazón a corazón. Gracias y Feliz Vida.
Adriana Fresta

sábado, 6 de noviembre de 2010

Las Cosas no son Siempre lo que Parecen

Dos Ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada. La familia era ruda y no quiso permitirle a los Ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Ángeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el Ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el Ángel más joven preguntó ¿por qué?, el Ángel más viejo le respondió, "Las Cosas no siempre son lo que parecen."
La siguiente noche, el par de Ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Ángeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso. Cuando amaneció, al siguiente día, los Ángeles encontraron bañados en lágrimas al Señor y a su Esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El Ángel más joven estaba furioso y preguntó al Ángel más viejo, ¿cómo pudiste permitir que esto hubiera pasado? El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste; El Ángel más joven le acusaba. La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.

"Las Cosas no siempre son lo que parecen, " le replicó el Ángel más viejo. "Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría." "Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar. “Las Cosas no siempre son lo que parecen."

Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno espera que salgan. Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar en que cualesquiera que fueran las cosas que vengan, serán siempre para tu ventaja. Y podrías no saber esto hasta un poco más tarde.

Algunas personas vienen a nuestras vidas y rápidamente se van…
Algunas personas se convierten enemigos, y permanecen por un tiempo, dejando huellas hermosas en nuestros corazones y nunca volvemos a ser igual, porque hemos hecho...
un buen amigo